martes, 20 de diciembre de 2011

LA METODOLOGÍA CIENTÍFICA.LA COMPLEJIDAD. LAS MATEMÁTICAS.PREDICCIONES


Adorno y Horkheimer afirman que la ciencia, la ciencia de la naturaleza, la ciencia que analiza los fenómenos al margen de su dinámica histórica, la ciencia que habla en porcentajes frecuencias, la ciencia que canaliza los fenómenos como si los fenómenos no tuvieran una significación para las personas que los hacen. Esa ciencia, utilizada para estudiar conceptos como la conciencia en sí, como la persona y la razón como la diferencia entre espíritu y naturaleza, alma y cuerpo y otras categorías, reduce a fetiches el significado de las mismas. Significado que procede de un análisis histórico, es decir de un análisis dinámico, un análisis donde lo que se analiza incluye al analizador no sólo en su constitución psicológica sino también en su ubicación histórica, en su papel como productor de pensamiento. 

La ciencia misma está limitada históricamente, está limitada por las influencias, aportaciones y las convenciones que contribuye a dar una cierta estabilidad a los apriorismos científicos y a la posición de poder que los científicos y los tecnólogos tienen en la sociedad moderna. Horkheimer, nos advierte, ya en el planteamiento de la teoría crítica, de la debilidad que para el conocimiento tiene la aplicación mecánica de los métodos científicos al conocimiento humanístico.

Resulta más práctico la reducción de la complejidad que presentar la complejidad como fácil de manejar. La distancia entre la razón instrumental y la razón autoconsciente, o lo que es lo mismo, en término weberianos, la razón en cuanto a fines o la razón en cuanto a valores. Que la razón en cuanto a fines llegue a neutralizar el fin mismo de la razón que le dio su aval, no es opuesto sino dialécticamente contradictorio. Debemos preguntarnos si la distancia entre ambas formas de la razón no son en verdad la misma razón con su doble cara. Y por tanto debamos concluir que el sentido práctico de la razón instrumental puede ser una amenaza también para el fin práctico que persigue.

 Desde el ángulo de quienes defienden la explicación sociológica en los fundamentos de la razón instrumental, esto constituiría una seria amenaza, no solo al método, sino también a la ciencia social misma.

 La identificación del mundo enteramente pensado, matematizado, con la verdad. Identifica el pensamiento con las matemáticas. Con ello quedan éstas, elevadas a instancia absoluta. En la matematización galileana de la Naturaleza es esta naturaleza misma la que pasa a ser idealizada bajo la dirección de la nueva matemática. El pensamiento sé reifica en un proceso automático que se desarrolla por cuenta propia, compitiendo con la máquina que él mismo produce para que finalmente lo pueda sustituir.

 La Ilustración ha desechado la exigencia clásica de pensar el pensamiento, porque tal exigencia distrae del imperativo de regir la praxis. Pese a la autolimitación axiomática, dicho procedimiento se instaura como necesario y objetivo: transforma el pensamiento en cosa, en instrumento, como él mismo lo denomina.  La dinámica de sistemas, mediante procedimientos matemáticos, simula la evolución de procesos complejos. Pero la complejidad deviene en simpleza, justo en el instante que adquiere importancia para el individuo, para el sujeto,  para la autoconciencia.

 El sentido de comprender la complejidad no es la compresión en si, sino la manipulación unificada de todas las variables y, por tanto, una forma de ejercitar el automatismo irreflexivo.Ahora bien, si la distancia entre razón y ser, entre ser y conciencia o entre espíritu y naturaleza es una relación negativa, dialéctica, ésta es de esperar que actúe en ambos sentidos y, por tanto, al tiempo que actúa una deviene la otra. Con ello sólo pretendemos recordar que la crítica a la razón instrumental no es más cruel con el sistema capitalista que sus propios fracasos estratégicos y que si el fin ilustrado es la dominación de la naturaleza, debemos esperar que éste sea el fracaso de tal propósito.

A lo que en última instancia aspiran las ciencias de la naturaleza, como toda ciencia en general, es justamente a lograr predicciones. Los dos "tipos abstractos", en el sentido de la previsión, son leyes y como tales tienen siempre, de acuerdo con sentido, una forma condicional. Dicen que siempre que se den en la realidad determinadas condiciones, debe sobrevenir determinados eventos. (Horkheimer, Max: Teoría Crítica, Buenos Aires, pág. 49, 1968) “Así, pues, la posibilidad de la predicción no depende exclusivamente del refinamiento de los métodos y de la sagacidad de los teólogos; depende también del desarrollo de su objeto: de las modificaciones estructurales de la sociedad misma. Muy lejos de que la predicción sea posible y necesariamente más fácil en el dominio de la naturaleza extra humana que en el de la sociedad, ella se vuelve tanto más fácil cuanto menos está subordinado a su objeto y a la mera naturaleza y más lo está a la libertad humana. Pues la verdadera libertad humana no se puede comparar con lo absoluto y condicionado ni con el mero capricho, sino que es idéntica con el dominio sobre la naturaleza, en nosotros y fuera de nosotros, merced a la decisión racional. Conseguir que este estado llegase a lo característico de la sociedad es la tarea, no sólo del sociólogo, sino de todos fuerzas progresistas de la humanidad. Y así el esfuerzo del sociólogo por llegar a una predicción más exacta se trueca en la lucha política hacia la realización de una sociedad racional."

La saturación del mensaje. La manipulación de los apetitos y los deseos, no nos convierte en autómatas, sólo la no-aceptación de nuestra subjetividad en los hechos que nos rodean puede lograrlo. Y eso es cada vez más difícil. Y lo es porque el mundo informacional, las redes virtuales, ya han roto el monopolio de la comunicación. Porque el enemigo de los monopolios es la propio dinámica del capitalismo, aunque esta conlleve la concentración tecnológica de los medios. Su propio propósito anulatorio de los contenidos de conciencia libera a dichos contenidos.


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